¿QUIEN RESPETA A QUIEN EN LAS PLAYAS NUDISTAS?

Habitualmente no soy asiduo a las digamos playas nudistas oficiales, aparte de no gustarme demasiado por lo que de guetos tienen, las del Campo de Gibraltar que se promocionan aquí no tienen precisamente esa"categoría". No obstante también las conozco, visito y dedico jornadas, más que nada para poder hablar con propiedad de distintos asuntos concernientes al nudismo.

Así las cosas, no hace demasiado tiempo y aprovechando los últimos coletazos del verano, me acerqué a una de esas históricas playas nudistas cercanas a mi comarca. Se trata de Los Caños de Meca en la gaditana localidad de Barbate. Aunque la conocía de hacía bastantes años, ahora que soy nudista activo no podía dejar de visitarla con una visión distinta a la de antaño.

El acceso a esta se realiza por una escalera casi de obligado uso, en el inicio de este existe señalización alusiva a las normas de la playa, entre ellas la de la prohibición de acceder con perros, justo en frente una pintada hecha con plantilla y con señal de prohibición indica que se trata de una playa nudista, esta señal de playa nudista se repite de forma regular durante todo el trayecto del acceso hasta que finalmente se llega a la playa. Apenas recorridos 40 metros por la arena encontramos en la pared del acantilado un generoso y llamativo cartel donde nuevamente se indica que se trata de una playa nudista.

Singular imagen de la zona nudista en la playa de Los Caños de Meca (Cádiz)

Tras recorrer los aproximadamente 450 metros de longitud de la playa pude comprobar como apenas había alguien desnudo en la misma, siendo un día entre semana a finales de septiembre no quiero imaginarme la estampa en pleno mes de agosto. Eso si, pude contabilizar unos cuantos perros echando su jornada de playa. Aunque las condiciones del arenal no acompañaban mucho, no puedo decir que la playa estuviese llena de gente, con lo que busqué un lugar donde lógicamente ponerme desnudo a tomar el sol, al poco los nuevos bañistas que iban llegando se ponían cada vez más cerca de mi posición, por supuesto nadie se quitaba sus bañadores ni por asomo, ¿no habían visto los carteles?, ¿no había más playa donde ponerse?. El colmo llegó cuando apenas a tres metros de mi se coloca una pareja, ella tapada hasta el cuello, el haciendo el numerito de la toalla para el cambio de pantalón... ¿no saben respetar?, ¡y esta es una playa tradicionalmente nudista!. Me sentía totalmente incomodo y no por que casi nadie estuviese desnudo, sino por la actitud de los allí presentes hacia los demás. Se trata de una cuestión de educación y respeto, nada más.

En definitiva, había más perros que nudistas ¡El mundo al revés!