Aunque a partir de ella el autor ha realizado una estupenda infografía que resume el resultado de la misma, nosotros hemos querido analizarla extrayendo alguna que otra conclusión reveladora y significativa. Más allá de la configuración, actividades y servicios que pueda disponer la playa, en la encuesta se tocan dos puntos mucho más sociales y transcendentales a la hora de abordar eso que se llama convivir en los espacios públicos, que no es ni más ni menos que el caballo de batalla que desde siempre anda cabalgando esto del nudismo.
En el aspecto de la actividad, las preferencias son claramente tendentes a la tranquilidad, principalmente reflejadas en tomar el sol, pasear o nadar, quedando la pesca, deportes náuticos y juegos en la arena muy por debajo en cuanto a preferencias. Pero lo más destacable es el resultado que arroja la sección normas. Aunque pueda haber matices en cuanto a nacionalidad, estar o no asociado o el tiempo que se lleve practicando nudismo, para el 62% de los encuestados el nudismo debe ser opcional en su playa nudista ideal, mientras que el 82% piensa que la fotografía debe ser perfectamente normal.
Con estos datos en la mano podemos pensar que encontrar una playa sin actividades molestas donde cada uno pueda estar como mejor le apetezca y el comportamiento sea tan normal como en cualquier otra, digamos no nudista, sea el objetivo primordial de quienes no usamos bañador. Si además es virgen, solitaria, larga y de arena dorada, será la playa ideal para la mayoría.
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